Benissa se esfuerza por ofrecer una experiencia inclusiva para todos. La playa de la Fustera y varios puntos del casco histórico cuentan con accesos adaptados, aparcamientos reservados y servicios especiales para personas con movilidad reducida, garantizando que todos puedan disfrutar de su encanto natural y cultural.
En Benissa, entendemos que no todos tienen las mismas facilidades para desplazarse y visitar lugares. Por eso, trabajamos continuamente para mejorar las opciones de accesibilidad para personas con capacidades físicas o sensoriales reducidas.
En la costa de Benissa es la playa de la Fustera la que posee mayor envergadura e infraestructuras. Entre sus servicios, ofrece opciones encaminadas a facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.
La playa cuenta con aparcamientos reservados para personas con discapacidad prácticamente en primera línea de playa y además presenta cero barreras arquitectónicas. De forma que, desde el vehículo hasta la orilla del mar, las personas con movilidad reducida o con capacidades diferentes puedan acceder a darse un baño con facilidad y con total seguridad. En los meses de verano posee un servicio de silla anfibia disponible por las mañanas.
En el resto de tramo costero, los aparcamientos de Les Bassetes, de la zona de la Tourist Info Playa, la cala de Pinets, de l’Advocat y Baladrar cuentan con plazas reservadas a personas con movilidad reducida.
Te recomendamos un itinerario adaptado para que disfrutes de Benissa:
Puedes empezar a recorrerlo desde la antigua entrada Este a la Benissa amurallada: la Plaza del Portal . En ella estaba el antiguo Hospital Municipal, hoy en día sede del Ayuntamiento, y una antigua finca propiedad de la Fundación Abargues.
A la vuelta de la Plaza del Portal iniciamos el recorrido por la Benissa medieval con la recoleta “Plaça de l’Església Vella” (Plaza de la Iglesia Vieja). Allí estaba la antigua iglesia-fortaleza medieval que tuvo Benissa durante siglos, hoy en dia puedes encontrar una réplica de la fachada de la iglesia, que detallan una maciza construcción con doble función: casa de Dios y fortaleza de los benisseros ante los ataques piratas que solían desolar las costas de la comarca…
Por la calle de la Puríssima puedes recrearte en lo que era una ciudad valenciana del renacimiento, con sus balcones enrejados, su calzada empedrada, el contraste del blanco encalado con la piedra tosca.
Benissa ha rehabilitado su patrimonio y le ha dado una función pública de carácter cultural. Es el caso de la Sede Universitaria que ocupa las antiguas casas solariegas de los Andrés y Pere Bigot al que puedes acceder, solicitando previamente que te habiliten una rampa de acceso.
En la misma calle Puríssima está el edificio de uso público más antiguo de Benissa: la Sala del Consell, utilizada como casa de la villa, cárcel y archivo legal, actualmente en obras. Casi en frente de la misma, encontrarás les Cases del Batlle. Espai d’Art Contemporani Salvador Soria , accede y comprueba cómo las residencias del antiguo alcalde, son hoy un espacio arquitectónico de gran belleza donde se ubica la biblioteca municipal y el museo de arte contemporáneo.
Un poco más adelante, encontrarás el Monumento al Riberero , que rinde homenaje al benissero de antaño que tenía que ir a pie hasta la Ribera del Júcar para trabajar en la recolección del arroz. Frente al mismo encontrarás el Palacio de los Torres-Orduña que hoy es el Salón cultural.
Muy cerca del monumento está la casa de Juan Vives, donde comienza la historia del milagro de la Puríssima Xiqueta a la que se consagró como Patrona en 1864.
Puedes finalizar el recorrido por el centro histórico con la visita a la Basílica de la Puríssima Xiqueta que marca la silueta urbana de Benissa desde cualquier punto de vista, con sus imponentes dimensiones y su peculiar estilo neogótico. Se estuvo construyendo desde 1902 hasta 1929 con el esfuerzo físico de todos los benisseros y se la conoce en la comarca como la “Catedral de la Marina”.
La piscina municipal durante los meses de verano
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